Se trata pues del ya fallecido Cardenal Francisco Javier Nguyen VanThuan, arzobispo coadjutor de Ho Chi Min, antigua Saigón, quien redacto su libro: "Por el camino de la esperanza" durante los trece años que estuvo en carceles indochinas.
Leamos unos de sus pensamientos sobre la oración.
- En primer lugar, la oración; luego el sacrificio; sólo después viene la acción.
- El alimento secreto de la vida cristiana es la oración. A quien no ora no le creas, aunque haga milagros.
- ¿Crees que los niños no pueden todavía hacer nada por la Iglesia, y que los enfermos son y aincapaces de ello? ¡Sal de tu error! Después de la oración oficial de la Iglesia, la suya es la que más agrada a Dios. Hay que decírselo a ellos.
- El tiempo de la oración es la hora de las confidencias con Dios, nuestro Padre; no hagas discursos. Es la hora en que habla el corazón. Deja a un lado los razonamientos. No te devanes los sesos praa elaborar una conferencia.
- ¿Crees tú en el poder de la oración? Medita estas palabras del Señor: "Os lo aseguro. pedid y recibiréis, buscad y encontraréis, llamad y os abrirán" (San Lucas 11,9). ¿Conoces alguna compañía de seguros que ofrezca semejantes garatías?
- Un santo que no ora es un santo falso. Espera un poco, que no tardará en quitarse la máscara.
- Las oraciones de la liturgia son las que más le agradan al Señor, pues son palabras de la Sagrada Escritura a la vez que la oración de la Iglesia, cuerpo místico de Cristo. Para orar, sírvete del misal, del salterio, de tu libro de oraciones.
- ¿Por qué está en crisis la Iglesia? Porqué está devaluada la oración.
- Buscas amigos que te ayuden y que alivien tu soledad. ¿Por qué no te acercas al que nunca te va a traicionar y que estará siempre a tu lado adondequiera que vayas?.
- Los libros de espiritualidad han guiado a un gran número de personas hacia la santidad. Ese es el conbustible que alimenta la llama del fuego de la oración.
- La oración es el cimiento de la vida espiritual. Al orar, te unes a Dios, te comunicas con él. La bombilla no ilumina si no está conectada al generador eléctrico.
- Si quieres conocer la irradiación apostólica de una persona, mírala rezar.
- Mientras no seas un hombre de oración, nadie creerá que sólo trabajas por el Señor.
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