Hoy, gracias a un mejor conocimiento de Vicente y de la historia y de la sociología, se le reconoce a Vicente no sólo una obra asistencial ingente, sino una labor promocional e incluso estructural. Algo es muy claro en Vicente. Él lo intentó todo por los pobres, que eran su peso y su dolor. Por ellos se jugó la vida y por ellos golpeó a todas las puertas y acudió a todas las instancias de su tiempo. Vicente sabía desde su fe y su experiencia que el sacerdote juega un papel fundamental en la promoción humana. La evangelización que debe hacer tiene que ser integral, liberadora, con una fuerte presencia de acción social y de justicia. El sacerdote que quería San Vicente debía luchar contra los males que aquejaban al pueblo. Debía ser un agente de cambio social. Eso trató de ser Vicente en su agitado tiempo.
Por Álvaro Quevedo Patarroyo, C.M. Provincia de Colombia
Esperamos que los futuros sacerdotes imiten a san Vicente.
Por Álvaro Quevedo Patarroyo, C.M. Provincia de Colombia
Esperamos que los futuros sacerdotes imiten a san Vicente.
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